- ¿Qué es un hemangioma?
- ¿A cuántas personas afecta?
- ¿Cuál es la causa?
- ¿Cuándo aparecen?
- ¿Cómo evolucionan durante el tiempo?
- ¿Deja alguna secuela?
- ¿Qué partes del cuerpo puede afectar?
- ¿Cuándo debo consultar con un especialista?
- ¿Cuáles son las posibles complicaciones?
- ¿Cómo se realiza el diagnóstico?
- ¿Cuáles son las opciones de tratamiento?
¿Qué es un hemangioma?
El hemangioma es un tumor benigno compuesto por una proliferación anormal de células endoteliales de los vasos sanguíneos.
¿A cuántas personas afecta?
El hemangioma es el tumor benigno más frecuente en recién nacidos. Afecta al 5-10% de niños menores de 1 año. Es más frecuente en mujeres (3 - 5 veces más frecuente) y en pacientes de raza caucásica. Puede afectar también hasta el 25% de los niños prematuros con peso entre 1 - 1,8 kg.
¿Cuál es la causa?
La causa por la cual aparecen los hemangiomas aún no se conoce. Sin embargo, una de las hipótesis sería que existe cierta predisposición genética, pero no son hereditarios; aunque se encuentran antecedentes familiares en el 10% de los casos.
No está relacionado con la ingesta de ningún alimento o medicamento durante el embarazo, ni con ninguna actividad realizada durante este período; y no hay nada que se pueda realizar durante el embarazo para prevenirlos.
¿Cuándo aparecen?
El 10% de los hemangiomas aparecen al momento del nacimiento, como una mancha rosada. El resto lo hace dentro de los primeros 15-30 días de vida. Entre el segundo y tercer mes son muy evidentes debido a que adquieren cierto volumen. Es importante saber que los hemangiomas nunca aparecen en la adultez.
¿Cómo evolucionan durante el tiempo?
Los hemangiomas crecen rápidamente entre los 3 a 6 meses de edad, pero pueden continuar creciendo incluso hasta los 18 meses. Este período se denomina fase proliferativa. Luego de esta etapa, el hemangioma disminuirá de tamaño lentamente, durante un período que puede durar entre 4 a 7 años. Durante esta etapa, conocida como fase de involución, el hemangioma se vuelve cada vez menos rojo, aclarando su color y volviéndose más blando.
La involución se completa en el 50% de los casos cuando el niño tiene 5 años de edad y en el 70% de los casos cuando el niño tiene 7 años. Esta regresión se completa como máximo entre los 10 a 12 años de edad. Una vez que el hemangioma involuciona, no vuelve a crecer.
¿Deja alguna secuela?
En algunos casos, los hemangiomas dejan secuelas. Una vez que termina su involución, dependiendo de su extensión y del tipo de hemangioma, pueden dejar pequeños vasos dilatados y cicatrices si se ulceró. Los hemangiomas subcutáneos y los mixtos pueden dejar una piel adelgazada y arrugada.
¿Qué partes del cuerpo puede afectar?
El hemangioma puede afectar cualquier parte del cuerpo. En el 60% de los casos se ubican en el área de cabeza o cuello. En el 25% de los casos, se encuentran en la parte superior del cuerpo y el 15% en brazos o piernas. La gran mayoría de los hemangiomas (80%) son solitarios. Solo el 20% de ellos, están localizados en más de una parte del cuerpo. Además, pueden comprometer órganos internos, como el hígado, pulmón, sistema digestivo o incluso el cerebro.
¿Cómo se reconoce un hemangioma?
El aspecto del hemangioma varía según su tipo (superficial, profundo o mixto) y el momento de su evolución (fase de crecimiento, fase de involución o regresión completa).
- El hemangioma superficial, es de coloración rojo brillante, crece rápidamente y se asemeja a una frutilla. Cuando comienza su involución, adquiere un tono beige o grisáceo. Por lo general, desaparecen por completo antes de los 7 años.
- El hemangioma profundo, se localiza en el plano subcutáneo y es más difícil de reconocer. Se presenta como una tumoración color piel o azulada, pudiéndose confundir con un hematoma. Crece y se hace más visible a la edad de 2 o 4 meses.
- El hemangioma mixto tiene componente superficial y profundo. El componente superficial rojo es lo primero en aparecer, y la porción subcutánea se desarrolla más tardíamente. El componente superficial involuciona antes de la subcutánea más profunda.
¿Cuándo debo consultar con un especialista?
El hemangioma puede se puede presentar con una gran variedad de formas y tamaños. La mayoría son pequeños y desaparecen con el tiempo. En cualquier caso, es conveniente consultar con un dermatólogo que, en caso de ser necesario, lo derivará con un especialista en anomalías vasculares.
Un niño debe ser examinado por un especialista en anomalías vasculares si: el diagnóstico no es certero, o si el hemangioma está creciendo muy rápidamente o si evoluciona de forma tal que sea probable la aparición de una úlcera. También si el hemangioma se encuentra en la cara, genitales, o cerca del ano.
Si el hemangioma es segmentario o múltiple debe ser seguido de cerca por especialistas, ya que puede haber hemangiomas afectando órganos internos. Estos casos pueden ser graves y requerir un determinado tratamiento.
Si está buscando un médico especializado en anomalías vasculares, consulte nuestra sección "Encontrar un médico" para obtener algunas sugerencias.
¿Cuáles son las posibles complicaciones?
Sólo uno de diez hemangiomas tiene complicaciones. La ulceración es la más común de todas. También pueden sangrar o infectarse. Las ulceraciones pueden ser muy dolorosas y se presentan con mayor frecuencia cuando el hemangioma afecta la boca, los genitales o el área anal. El tratamiento se puede realizar con cremas antibióticas locales, limpieza frecuente y en algunos casos, vendajes. En otros casos se pueden requerir otros tratamientos como medicación oral, cirugía o láser.
En cualquier caso, si aparece una úlcera, se debe contactar a un especialista para un diagnóstico y seguimiento.
En algunos casos, dependiendo de la ubicación del hemangioma y su tamaño, los mismos pueden obstruir el tracto respiratorio, el campo de visual o dificultar la alimentación: en estos casos se requiere la atención inmediata por parte de especialistas. Por ejemplo, si afectan el párpado superior, a pesar de su tamaño, se debe contactar a un especialista de inmediato, ya que pueden afectar la visión de forma permanente. De manera similar, si el hemangioma está presente alrededor del área de la barbilla. Si se ubican en el área facial, pueden originar secuelas estéticas, en estos casos también requieren un tratamiento.
En raras ocasiones, si el hemangioma afecta a los órganos internos, puede ocasionar una hemorragia interna o un arresto cardíaco, si provocan un drenaje de sangre elevado. En estos casos se requiere un seguimiento muy cercano con controles regulares. Sólo alrededor del 1% de los casos conducen a complicaciones que pueden poner en peligro la vida.
¿Cómo se realiza el diagnóstico?
La mayoría de las veces, el diagnóstico se realiza a través de un examen clínico del niño. A veces, para confirmar el diagnóstico, se requieren estudios complementarios como una ecografía Doppler color o una RMI. Es importante resaltar que ciertas anomalías vasculares pueden confundirse con hemangiomas, siendo que en realidad son otros tumores vasculares, o son malformaciones vasculares. En este caso requerirán tratamientos muy diferentes.
En algunas ocasiones, hay que hacer el diagnóstico diferencial con algunos tumores agresivos o malignos. Por lo tanto, hay casos en los que se pueda necesitar realizar una biopsia de piel. Esta es una prueba que consiste en tomar una muestra del tejido para analizarlo. Es muy importante saber que en la mayoría de los casos de malformaciones vasculares no es necesario la realización de una biopsia.
¿Cuáles son las opciones de tratamiento?
En la mayoría de los pacientes, los hemangiomas no requieren ningún tratamiento, ya que involucionan espontáneamente a medida que el niño crece. Requerirán tratamiento solo aquellos que puedan tener complicaciones. Hasta 2008, los tratamientos con corticoides fueron la mejor opción para frenar el crecimiento de estos tumores e incluso reducirlos. Estos se pueden administrar como tratamiento local, vía oral o endovenosa, pero tienen importantes efectos adversos secundarios asociados por su uso en forma crónica.
Desde entonces, los beta bloqueantes (como el propranolol) los han reemplazado. La involución del hemangioma es más rápida que cuando se usa corticoides. El propranolol es un medicamento de uso frecuente para tratar la hipertensión arterial. Produce disminución de la tensión arterial y de la frecuencia cardíaca, razón por la cual un cardiólogo debe evaluar al niño previo al uso del mismo, para asegurarse de que se encuentra en condiciones de recibirlo y evitar las posibles complicaciones.
Otra opción de tratamiento en ciertos casos es el láser de colorante de pulsado (PDL), que a veces se utiliza para disminuir la coloración rojiza que pueda dejar el hemangioma.
La cirugía en niños menores de 2 años es solo un último recurso y se considera para ciertos hemangiomas que afectan el párpado, la nariz o los labios. Después de que el niño tenga al menos 4 años o más, la cirugía podría tratar ciertas secuelas (como deformaciones o asimetrías). Sin embargo, en la mayoría de los casos, la cirugía se realiza después de los 6 años de edad si es requerido por cuestiones estéticas.